Con Monty y Meca en forma, la Gramenet fue un equipo temible arriba. Los dos jugadores llevaron el peso del partido, con asistencias, regates y robos que crearon mucho peligro ante el portal de un Relaño que poco pudo hacer en las jugadas de gol. Con esta superioridad ofensiva, que se concretó hacia el final cuando la defensa vallesana se quedó sin fuerzas, la Grama fue un equipo diferente.
El Terrassa quiso tocar el balón, pero su juego de mediocampo difícilmente encontró espacios. Ir a remolque en el marcador también propició que los locales tuvieran más huecos por donde lanzar sus ataques, de ahí que pese al aparente dominio egarense, fueron los colomenses los que gozaron de más y mejores ocasiones.
Para el Terrassa, el 6-2 fue un resultado excesivo, porque los de Sergio Lobera hicieron méritos para un mejor resultados, pero el ataque local tuvo su día
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